Albóndigas de pavo y jamón en salsa de tomate

Ingredientes:

Para las albóndigas:

1 solomillo de pavo fresco (300 grs. aprox.)

6 salchichas de pollo (frescas de carnicería)

3 lonchas de jamón serrano (de bodega ESPUÑA)

2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra (MOLINO EL SALADO)

2 huevos

2 rebanadas de pan de molde

Leche

Sal

Pimienta

1 chorrito de salsa de soja

1 cucharada de especias «Ras-el-anout»

2 cucharadas bien llenas de cebolla frita (IKEA)

Ajo en polvo

Pan rallado para envolver

Aceite para freirlas

Para la salsa de tomate:

Aceite colado del que hemos usado para freir las albóndigas

Pimiento verde italiano

Ajos

Cebolla

1 lata de tomate triturado de 1 kilo

Azúcar

Sal

Instrucciones:

Preparamos las albóndigas:

Limpiamos el solomillo de pavo de pieles y grasas, lo troceamos y metemos en la picadora.

Introducimos también el jamón troceadito.

Picamos todo a nuestro gusto y lo colocamos en un bol amplio.

Quitamos la tripa a las salchichas y las unimos a lo anterior.

El pan lo humedecemos con leche, lo escurrimos y desmenuzamos en el bol.

Le añadimos el resto de ingredientes.

Lo mezclamos muy, muy bien todo (yo lo hago con las manos bien limpias que se hace mucho mejor).

Tapamos el bol con un film  y lo dejamos en la parte baja del frigo una hora.

Formamos las albóndigas y las pasamos por pan rallado.

Las freímos ligeramente hasta tenerlas todas y reservamos.

Hacemos la salsa de tomate:

Colamos el aceite de freírlas y ponemos un fondo en una cazuela amplia.

Troceamos pimiento verde italiano, cebolla y un par de dientes de ajos, lo sofreímos en el aceite.

Cuando esté bien sofrito, añadimos el tomate triturado, sal y azúcar al gusto.

Dejamos hacer a fuego lento hasta que le falten unos minutos.

En ese momento añadimos las albóndigas y dejamos que se terminen de hacer dentro de la salsa, con unos 7 ú 8 minutos son suficientes, retiramos.

Servimos de un día para otro.

Dulce de leche casero con frutos secos

Si queréis hacer esta receta de «ALE» debéis tener paciencia, cosa de la que yo carezco y que es primordial en la Cocina.

Me ha pasado igual que cuando he querido hacer mermeladas  ó dulces de fruta, que se me han quedado muy líquidas las primeras, y con la textura de compota los segundos.

En este caso no me ha quedado tan espeso como el que solemos comprar, sino con textura de leche condensada, ahora sí, está riquísimo y para acompañar bizcochos ó cualquier bollería es perfecto. Los frutos secos los he añadido yo por mi cuenta y así mucho más rico!

Ingredientes:

(He hecho la mitad de lo que indica)

1 litro de leche

2 tazas de azúcar

Esencia de vainilla

1 cucharadita de bicarbonato

Frutos secos (yo he usado almendras tostadas y anacardos SANTO REINO)

Instrucciones:

Se debe usar olla antiadherente y cuchara de madera.

Ponemos la leche, en frío, en la cazuela y le disolvemos el azúcar completamente y un chorrito de esencia de vainilla.

Llevamos a fuego medio y, cuando rompa el hervor, añadimos el bicarbonato, retirar del fuego que rebosa!

A continuación removemos bien y llevamos a fuego lento y, sin  dejar de batir con cuchara de madera,  hasta que espese y cambie a color acaramelado.

Aquí es donde viene la paciencia!

Podemos ir comprobando  el punto poniendo una cucharadita en un plato y esperar a que enfríe para ver la consistencia, ya que al enfriar espesa.

Cuando esté le añadimos los frutos secos troceados y mezclamos.

Retirar y verter en recipientes de vidrio ó loza.

Dejar enfriar completamente antes de cerrarlos y meterlos en el frigo.