Garbanzas con costilla ibérica

Otra receta a gusto de mi marido. Le suelo preparar varias raciones y las congelo, le encantan los guisos tradicionales 🙂

Ingredientes:

1/2 kilo de Garbanzas blancas  DonPedro Alta Selección

1/2 kilo de costillas ibéricas cortadas a tiras

4 ó 5 dientes de ajos

1 rebanada de pan del día anterior

Tomillo molido

2 ñoras de El Huerto de Elche

2 tomates secos   »   »     »

Pimentón dulce El Colorín

Aceite de oliva virgen extra «Mueloliva»

1 cebolla mediana

2 hojas de laurel

Sal

Pimienta

Instrucciones:

La noche anterior ponemos a remojo las garbanzas.

Al día siguiente ponemos agua en una cazuela (la suficiente para cubrir holgadamente las garbanzas), llevamos al fuego.

Cuando el agua esté caliente, escurrimos las garbanzas del agua de remojo y las introducimos en la cazuela. Cuando empiece a subir la espuma, desespumamos bien hasta que quede el agua limpia.

Le añadimos las ñoras enteras despepitadas y bien lavadas, los tomates secos bien lavados y enteros, las hojas de laurel y la cebolla pelada pero entera. Dejamos cociendo a fuego lento.

Por otro lado, ponemos un fondo de aceite en una sartén y freímos los ajos pelados y enteros y la rebanada de pan.

Retiramos y colocamos en el vaso de la batidora añadiéndole una cucharada de pimentón dulce y un poco de tomillo molido (yo añado el pimentón estando el pan y los ajos calientes y así evito echarlo en el aceite que se quema enseguida), reservamos.

En el aceite que queda en la sartén doramos las tiras de costillas por todos los lados y unimos a los garbanzos junto con el resto del aceite de la sartén.

Dejamos que se hagan a fuego lento hasta que las costillas y garbanzas estén tiernas, si necesita un poco de agua, se la añadiremos poco a poco y caliente.

Cuando estén en su punto, sacamos la cebolla, tomates y ñoras y los juntamos con el contenido del vaso de la batidora más un poco de caldo del guiso.

Trituramos todo hasta que no queden grumos.

Vertemos en el guiso y dejamos cocer unos minutos más hasta que engorde la salsa.

Rectificamos de sal.

Si vemos que tiene exceso de aceite (suele ocurrir cuando se utiliza carne ibérica), como se quedará en la superficie, lo retiramos con un cucharón y lo desechamos.

Este es un guiso que gana de un día para otro.