Carrilleras de cerdo con patatas

Las carrilleras de cerdo es la carne preferida de mi marido, quedan muy tiernas y jugosas en cualquier tipo de preparación y ya, si se las presentas, guisadas con patatas «en amarillo» queda rendido a tus pies.. 🙂

Ingredientes:

1/2 kilo de carrilleras de cerdo ibérico

3 patatas medianas

1 zanahoria

1 cebolleta

1 pimiento verde italiano pequeño

3 dientes de ajos

1 hoja de laurel

1 taza de guisantes (congelados)

Aceite de oliva virgen extra

Vino blanco

Colorante alimentario amarillo

Agua ó caldo

Sal

Pimienta negra molida

Instrucciones:

Lavamos las verduras y las troceamos pequeñitas, reservamos por separado.

Limpiamos las carrilleras de telillas y nervios, reservamos (de momento no las salpimentamos).

Pelamos las patatas, las lavamos y las «chascamos» a trozos grandes, reservamos cubiertas de agua.

Ponemos, en una cazuela, 4 cucharadas de aceite de oliva y la llevamos al fuego (no necesitamos más aceite porque las carrilleras le aportan grasa al guiso y luego queda aceitoso).

Cuando esté bien caliente sellamos las carrilleras, a fuego fuerte, por todos los lados, sacamos, salpimentamos y reservamos.

En el fondo que queda en la cazuela, pochamos la cebolleta, el pimiento y los ajos, todo picado pequeño, a fuego lento hasta que estén tiernos. Le ponemos la hoja de laurel.

Añadimos   la zanahoria a rodajas y los guisantes, lo dejamos un par de minutos que se integren en el sofrito, salamos.

Ponemos las carrilleras reservadas, esperamos que tomen temperatura y le vertemos un buen chorro de vino blanco, dejamos evaporar el alcohol y añadimos agua ó caldo caliente.

Dejamos cocer hasta que estén tiernas.

Cuando estén, comprobaremos la cantidad de caldo que les queda que deberá cubrir justo las patatas, si le falta le añadimos más.

Le ponemos las patatas y dejamos hasta que se pongan tiernas. Rectificamos de sal.

Servimos enseguida.

Nota: Con estas cantidades salen varias raciones, que podremos congelar si tenemos la precaución de hacerlo estando aún las patatas tibias. De esta manera cuando las descongelemos y volvamos a calentar estarán como recién hechas.