Pan de pimientos de piquillos

El día 16 de octubre se celebra el día mundial del pan. Esta celebración es un pequeño tributo a tan importante y delicioso alimento, que ha formado parte fundamental en la dieta de las personas desde épocas remotas.

Son cada vez más los países que festejan este día, cuya finalidad es exaltar los beneficios, el valor y la importancia del pan, ya que es un producto versátil, delicioso y saludable. Por tener una amplia variedad de sabores y presentaciones, el pan nos  permite disfrutar de un alimento diferente, rico y nutritivo cada día. Hoy en día, el valor nutritivo del pan se ha visto desdibujado por la falsa creencia de que engorda. Como aseguran los conocedores, el pan es fuente de energía enriquecida con vitaminas B1, B2 y B3, ácido fólico, proteínas, fibra, magnesio y calcio, ayudando a mejorar el rendimiento físico, mental e intelectual de quienes lo consumen.

Ya sabéis que me encanta preparar pan casero con ingredientes diversos. En esta ocasión tuve la suerte de tener en casa auténticos pimientos de piquillo frescos y ecológicos, los preparamos asándolos en la barbacoa, dan un poco de trabajo pero el resultado merece la pena:

Como eran muchos se me ocurrió utilizar unos pocos en hacer pan y presentarlo para este día, espero que os guste.

Ingredientes:

450 grs. de harina de fuerza (podemos necesitar un poco más)

225  c.c. de agua mineral

250 grs. de pimientos de piquillos asados (podéis usarlos de lata pero sin el jugo)

1 paquete de levadura de panadería

1 cucharadita de azúcar

1 cucharadita de sal

Instrucciones:

Picamos muy pequeñitos los pimientos de piquillo (al amasar se terminarán de deshacer).

Yo he usado la panificadora para amasar pero podéis hacerlo a mano.

Ponemos en el fondo de la cubeta en este orden: agua templada, los pimientos picados, harina; en una esquinita el azúcar y la levadura y en la otra la sal.

Elegimos el programa de amasar.

Cuando termine, sacamos la masa y la ponemos en un molde forrado con papel de horno y la espolvoreamos de harina:

Dejamos levar:

Precalentamos el horno a 220 grados introduciendo un bol con agua dentro para que haya humedad.

Pulverizamos la superficie de pan con agua y espolvoreamos más harina.

Bajamos la temperatura a 200 grados y horneamos el pan durante unos 25 -30 minutos.

Dejamos enfriar sobre rejilla.

Notas: La panificadora es muy buena para amasar pero no lo hace todo ella sola. Yo suelo ir tocando la masa para ver si está demasiado pegajosa,  si veo que necesita más harina ó más agua se la voy añadiendo mientras amasa, hasta comprobar que la masa es lisa, suave y no se pega a las paredes de la cubeta.

Si no tenéis panificadora juntáis los ingredientes en un bol y amasáis a mano hasta conseguir la textura que os indico, el resto igual.