Calçotada andaluza

Desde siempre he sentido curiosidad por las calçotadas típicas de Cataluña.

Historia de la Calçotada

El inventor del calçot fue un solitario payés de Valls (Tarragona), a finales del siglo XIX , conocido con el nombre de Xat de Benaiges. El calçot sale de cada uno de los grillos de las cebollas blancas, cultivados especialmente para ser cocidos a la llama.

El cultivo del calçot empieza cuando se siembra la semilla de la cebolla blanca. Cuando la cebolla ha germinado y ha crecido, se arranca. Después se guarda una temporada fuera de la tierra, se vuelve a plantar otra vez de forma que sólo quede medio enterrada. Según va creciendo la planta, hay que ir a calzando, es decir, rodeando de tierra la planta. Es de ésta acción, «calçar», de donde sale el nombre del los calçots. Éstos se cosechan preferentemente entre los meses de noviembre y abril.

A partir de las primeras décadas del siglo XX la calçotada se convirtió en una comida habitual de muchas familias vallenses durante los días festivos. Lo típico era ir a la masía a cocer los calçots con las sermientes de las cepas.

Las raíces del gran impulso experimentado por la calçotada en todo el país podemos fechar-a mediados de siglo, cuando la Penya Artística de l’Olla hacía sus célebres calçotades e invitaba personalidades del mundo artístico y cultural barcelonés, que ayudaron a divulgarlas.

Yo, he utilizado cebollitas frescas andaluzas que hemos asado en la barbacoa y he buscado por la red una receta de salsa Romesco que nunca había probado. Encontré esta receta de «Cocinero Andaluz» y me ha quedado deliciosa, hemos comido de maravilla con esta «Calçotada andaluza»

Se degustan quitándoles la primera capa quemadita y nos encontraremos el interior tierno y jugoso que «mojaremos» en la salsa Romesco..una auténtica delicia, os la recomiendo.

Pongo el enlace para que resulte mucho más fácil de entender, yo la he seguido al pie de la letra: