Arroz con navajas y trompetas

Me apasionan las setas  frescas, pero no tengo la suerte de disponer de ellas tanto como me gustaría, así que cuando las veo en el mercado no me lo pienso y las compro.

En este caso había «trompetas de la muerte», un nombre muy inquietante para un producto delicioso.

Me fuí directa del mercado a Google para informarme de la manera de cocinarlas, y descubrí que hay que hervirla durante, al menos, 20 minutos y tirarles el agua antes de cocinarlas porque, de lo contrario, resultan indigestas.

Siempre que cocino setas las suelo hacer a la plancha con ajillo, pero tenía unas navajas fresquísimas y se me ocurrió esta receta que nos ha encantado.

Ingredientes:

Trompetas de la muerte, 200 grs.

Navajas, 12 unidades

Arroz, 400 grs.

Fumet de pescado (se hacen con cabezas de pescado y siempre suelo tener en el congelador, ó agua y una pastilla de concentrado), 2 veces y 1/2 del volumen de arroz.

Aceite de oliva, 6 cucharadas

Tomate frito casero ó de bote, un par de cucharadas

Cebolla, 1 unidad

Ajos, 3 dientes

Azafrán en hebras

Pimentón dulce, una cucharadita

Sal

Pimienta

Instrucciones:

Limpiamos las navajas, que deben estar vivas, y las ponemos cubiertas de agua con un poco de sal para que expulsen la arenilla que contengan.

Ponemos agua a hervir y, cuando rompa el hervor, añadimos las trompetas y dejamos cocer 20 minutos, escurrimos bien y reservamos, el agua de hervirlas la desechamos.

Ponemos el aceite en una cazuela amplia ó paellera y añadimos la cebolla y los ajos picados muy menuditos, salpimentamos y sofreímos perfectamente.

Añadimos unas hebras de azafrán y dejamos que se tuesten un poco.

A continuación  las trompetas y seguimos sofriendo.

Ponemos el arroz y lo removemos.

Añadimos el tomate frito y enseguida el pimentón, y, antes que se arrebate, vertemos el fumet caliente.

Colocamos en círculo las navajas escurridas del agua.

Bajamos el fuego y dejamos cocer hasta que el arroz esté en su punto.

Si vemos que necesita un poco más de fumet se lo vamos añadiendo poco a poco, siempre caliente.

Retiramos, cubrimos con un paño y dejamos reposar unos 10 minutos antes de servir.